En los municipios de Anapoima, Apulo y El Colegio en Cundinamarca, específicamente en las áreas cercanas a la microcuenca Quebrada Campos, se ha observado que las familias locales están involucradas en actividades productivas como la agricultura y la ganadería. Lamentablemente, algunos de estos procesos están teniendo un impacto negativo en esta importante fuente de agua, generando riesgos para la biodiversidad, los ecosistemas y la disponibilidad de agua potable. Es crucial abordar estos problemas para garantizar la protección de nuestro entorno y el bienestar de las comunidades que dependen de estos recursos naturales.