Los procesos de restauración ecológica en la microcuenca Quebrada Campos, ubicada en los municipios de Anapoima, Apulo y El Colegio (Cundinamarca), están marcando un hito en la conservación del medio ambiente. Iniciados en 2021 con la siembra de 10 mil plántulas, estos esfuerzos tienen como objetivo principal la conservación de la biodiversidad, el fortalecimiento de la conectividad y el apoyo a la provisión de servicios ecosistémicos esenciales para las comunidades locales.
A través del proyecto «Restaurando Campos,» la Fundación Lazos de Calandaima, en colaboración con la Alcaldía de Anapoima, Ecopetrol y Fundación Natura, ha venido trabajando de la mano de la comunidad. Su enfoque abarca la mejora de la información sobre el recurso hídrico en la microcuenca, el fortalecimiento de las capacidades técnicas de los productores, la reducción de la carga de aguas residuales domésticas y la promoción de la conectividad entre las áreas naturales. Además, se busca fomentar la colaboración con diversos actores en la región.
En la fase que comenzó en 2022 y concluyó en abril de 2023, se lograron avances significativos. El proyecto se socializó en cinco veredas de la zona de influencia, se identificaron tres puntos críticos y dos estratégicos para el manejo de residuos sólidos, se fortalecieron los viveros para la propagación de material vegetal y se establecieron y aislaron 30 mil plántulas. Además, se firmaron más de diez acuerdos de conservación y restauración en propiedades tanto públicas como privadas.
Lo más notable de esta iniciativa es el papel fundamental de la comunidad local en su éxito. Cada propietario de fincas con los que se ha trabajado ha demostrado conciencia de la importancia de proteger la microcuenca y su quebrada. Esto llevó a que todos ofrecieran áreas de sus terrenos para la siembra de especies nativas. El proceso implicó reuniones y talleres en las veredas, recorridos con los propietarios para identificar áreas de interés y potencialidades.
En julio de este año, se inauguró el «Territorio Restaurando Campos» en el predio Balsillas de la inspección La Victoria, municipio El Colegio. Este espacio se estableció como un lugar para promover y dar a conocer el proceso de restauración ecológica participativa, permitiendo la participación de investigadores, profesionales, técnicos, colegios, universidades y la comunidad en general. En la actualidad, se están estableciendo más de 40 mil plántulas de especies nativas en el predio.
El beneficio se extiende a los ecosistemas en la microcuenca. Se busca la conservación de la biodiversidad y la protección de los servicios ecosistémicos, especialmente el recurso hídrico, vital tanto en términos de biodiversidad como de medios de vida para las comunidades. La restauración de bosques y especies nativas, algunas de gran importancia cultural y utilidad para las comunidades, es una parte fundamental del proyecto. Además, se persigue un mejor manejo del agua mediante el fortalecimiento de los esquemas de gobernanza y la gestión de residuos.
Este proyecto ha tenido un impacto significativo en la zona de Cundinamarca donde se lleva a cabo, y su éxito ha llevado a la planificación de una nueva fase que comienza en 2023. Esta nueva fase busca fortalecer las capacidades técnicas y tecnológicas de los productores y sus actividades productivas, con el fin de minimizar los impactos ambientales en al menos diez fincas. También incluye la implementación de diversas estrategias para el manejo de residuos sólidos y el establecimiento de alrededor de 110 mil plántulas adicionales. La iniciativa necesita la colaboración de diversos actores para continuar este proceso de restauración ecológica que beneficia directamente a más de 35 mil personas.
Uno de los desafíos clave es mejorar las prácticas productivas de la comunidad que vive en la zona cercana a la quebrada. Esto implica la identificación de puntos de mayor contaminación debido a actividades productivas y la evaluación de prácticas sostenibles que aumenten la productividad de las familias. En muchos casos, esto requerirá un ejercicio de concienciación con la comunidad, donde se reconozca la experiencia cultural y se combine con alternativas técnicas que protejan el ecosistema.
En resumen, el desafío actual se centra en la colaboración para favorecer y conservar los ecosistemas en la microcuenca. Esto incluye la protección de los bosques subandinos en la zona alta, la transición del bosque nublado al bosque seco tropical en la zona media y el bosque seco tropical en la parte baja. Estos ecosistemas han sufrido deterioro a lo largo del tiempo, y ahora se han convertido en una parte esencial de este proceso de restauración ecológica que une a la comunidad en la protección de la Quebrada Campos. La iniciativa representa un testimonio vivo de la capacidad de la colaboración y el esfuerzo comunitario para restaurar y proteger nuestro entorno natural.
